Evite problemas al utilizar dispositivos USB que consumen mucha energía.
En la práctica, siempre surgen problemas con dispositivos USB especialmente potentes que cubren completamente sus necesidades energéticas a través de la interfaz USB. No funcionan de forma estable o ni siquiera se pueden poner en funcionamiento con cables estándar. Un ejemplo típico son los discos duros externos de 2,5 pulgadas con conexión USB.
Una posible causa de interrupciones: la especificación USB inicialmente solo proporciona un consumo máximo de energía de 100 mA para los dispositivos que se alimentan a través de la interfaz USB. Estos dispositivos, también conocidos como "dispositivos alimentados por bus", pueden, sin embargo, solicitar más energía. El consumo máximo de energía, siempre que el sistema operativo cumpla con los requisitos, se alcanza a 500 mA a 5 voltios por conexión. Esto da como resultado una potencia máxima permitida de 2,5 vatios por interfaz.
Prácticamente todos los discos duros de 2,5 pulgadas requieren mucha más energía al iniciarse, aunque el consumo de energía permanece por debajo del umbral de 2,5 vatios durante el funcionamiento normal. Estrictamente hablando, la conexión de dichos discos duros no se corresponde con la especificación USB. Por lo tanto, no se puede descartar que el funcionamiento durante un período prolongado de tiempo dañe la placa base.
El riesgo de que se produzcan daños en los portátiles es especialmente elevado. Estos ofrecen un margen de maniobra significativamente menor que las placas base modernas, que pueden entregar hasta 1 amperio por toma USB a corto plazo.
Algunos discos duros vienen con un cable USB especial con dos conexiones (cable USB Y) para distribuir el consumo de energía entre dos conexiones. Sin embargo, no hay garantía de que el rendimiento se distribuya uniformemente en ambos puertos y de que no se supere la especificación USB en una de las interfaces.
